La trayectoria del empresario Javier Arteaga Gálvez se ha configurado a partir de una experiencia prolongada en el ámbito de la gestión empresarial y sanitaria. Desde sus primeros pasos en el sector comercial hasta la fundación de Clínicas Laooal, su recorrido refleja una evoluciónorientada hacia la consolidación de modelos propios de gestión y la búsqueda de una mayor autonomía operativa.
El recorrido inicial de Javier Arteaga comenzó en Opening English International School, una red de enseñanza de idiomas que funcionaba bajo un sistema de franquicias. Tras iniciar su labor como delegado en Madrid, asumió posteriormente la dirección comercial nacional, donde adquirió una visión amplia sobre la expansión organizativa, la administración de equipos en diferentes ubicaciones y el mantenimiento de una imagen de marca coherente. Esta etapa consolidó sus habilidades en liderazgo, coordinación y planificación estratégica.
No obstante, la desaparición del grupo CEAC, propietario de Opening, evidenció los riesgos de depender de decisiones corporativas centralizadas y ajenas al funcionamiento cotidiano. Esta experiencia llevó a Arteaga a plantearse la necesidad de desarrollar modelos organizativos más flexibles y con mayor control directo en la toma de decisiones.
Ingreso al sector odontológico y experiencia en Vitaldent
Posteriormente, Javier Arteaga ingresó en Vitaldent, donde participó en una fase de expansión significativa de la red durante los primeros años de los 2000. La compañía impulsó estrategias como la financiación accesible de tratamientos y la atención integral, ampliando el acceso a servicios odontológicos en distintos territorios.
Durante su labor en la organización, Arteaga estudió a fondo los procesos internos, identificando aquellos aspectos que requerían supervisión directa. Entre ellos destacó la gestión de anticipos —conocida como “producción pendiente”—, que exigía precisión y control contable. Este aprendizaje fundamentó una parte clave de su evolución como gestor.
Más adelante, Javier Arteaga Gálvez lideró la expansión de la compañía en Estados Unidos, donde el marco normativo exigía que la titularidad de las clínicas correspondiera a profesionales sanitarios. Aunque los resultados no alcanzaron las expectativas iniciales, esta etapa permitió fortalecer su capacidad de análisis estratégico y ampliar su visión empresarial. Su retorno a España marcó el inicio de una etapa centrada en la independencia de gestión.
Emprendimiento independiente y expansión regional
Una vez de regreso, Javier Arteaga decidió emprender de manera autónoma en el sector dental. Fundó su primera clínica en Boadilla del Monte, bajo un modelo de gestión que priorizaba la eficiencia operativa, la claridad procedimental y el control directo.
El éxito de esta primera clínica motivó su expansión hacia nuevas áreas. En particular, las Islas Canarias ofrecieron un entorno con demanda elevada y oferta limitada de servicios odontológicos. Las clínicas situadas en Lanzarote, La Palma y Fuerteventura se consolidaron como centros destacados por su organización interna y su capacidad de adaptación a las necesidades del entorno local.
En pocos años, Javier Arteaga Gálvez llegó a administrar 23 clínicas bajo la marca Vitaldent, posicionándose como el franquiciado con mayor presencia territorial. Esta fase permitió evaluar las ventajas del modelo, pero también sus límites para construir una estructura totalmente autónoma.
Fundación de Clínicas Laooal
La creación de Clínicas Laooal fue la consecuencia natural de esta evolución hacia la independencia plena. Laooal se constituyó como una red basada en la atención personalizada, la eficiencia administrativa y el control directo sobre la gestión sanitaria y organizativa.
En lugar de priorizar un crecimiento rápido, Arteaga apostó por un desarrollo progresivo y sostenible, adaptado a las características de cada ubicación. Esta orientación permitió consolidar una estructura guiada por una vision centrada en la estabilidad, la responsabilidad y la permanencia en el tiempo.
La evolución de Javier Arteaga Gálvez refleja una comprensión madura del ejercicio empresarial, fundamentada en la autonomía, la gestión directa y la construcción de modelos sólidos y sostenibles.
