La hiperplasia benigna de próstata (HBP) es una enfermedad en la que la próstata de un hombre se agranda de forma anormal debido a un crecimiento excesivo del tejido prostático.
Cuando la próstata se agranda, presiona contra la uretra y la vejiga, pudiendo bloquear el flujo de orina y causar problemas urinarios.
Sin embargo, el agrandamiento de la próstata no es canceroso (es “benigno”) y no está asociado a un mayor riesgo de cáncer. Pero el cáncer de próstata y la HBP pueden aparecer al mismo tiempo. El agrandamiento de la próstata es el problema de próstata más común en los hombres mayores de 50 años.
¿Qué es la glándula prostática?
La glándula prostática es una parte fundamental del sistema reproductor masculino. Y aunque no es esencial para la supervivencia, sí lo es para la reproducción. La glándula prostática produce líquido prostático, que representa entre el 20 y el 30 por ciento del volumen del líquido seminal.
Sin el líquido prostático, los espermatozoides no funcionarían correctamente: el líquido contiene enzimas, proteínas y minerales vitales que protegen y nutren a los espermatozoides. La alcalinidad del líquido prostático también ayuda a los espermatozoides a sobrevivir en el entorno ácido de la vagina.
¿Qué causa la hiperplasia prostática benigna?
La próstata pasa por dos ciclos principales de crecimiento a lo largo de la vida del hombre. El primero se produce al principio de la pubertad, durante el cual la próstata duplica su tamaño, y el segundo comienza alrededor de los 25 años y continúa durante el resto de la vida del hombre.
La hiperplasia prostática benigna puede producirse en cualquiera de las dos fases de crecimiento, pero es más frecuente que se produzca en la segunda. Las causas de la HBP no se conocen bien, pero los expertos creen que está relacionada con el envejecimiento y las hormonas.
Una teoría, por ejemplo, sugiere que la acumulación de niveles elevados de dihidrotestosterona (DHT) -una hormona que interviene en el desarrollo y el crecimiento de la próstata- en los hombres de edad avanzada puede favorecer que las células prostáticas sigan creciendo. Otro sugiere que la culpa puede ser de una elevada proporción de estrógenos respecto a la testosterona (que disminuye a medida que los hombres envejecen).
Prevalencia de la hiperplasia prostática benigna y factores de riesgo
El riesgo de padecer HBP aumenta año tras año después de que un hombre cumpla los 40 años, pero las estimaciones sobre la prevalencia de la HBP entre grupos de edad varían. Según la Fundación del Cáncer de Próstata, el 20% de los hombres de 50 años tienen HBP, el 60% de los de 60 años y el 70% de los de 70 años.
Aparte del aumento de la edad, los factores de riesgo de la HBP incluyen:
- Antecedentes familiares de HBP
- Obesidad
- Falta de actividad física
- Disfunción eréctil
- Enfermedades cardíacas
- Síntomas de la hiperplasia prostática benigna
El agrandamiento de la próstata puede causar una serie de síntomas relacionados con el tracto urinario inferior, la mayoría de las veces debido a una uretra bloqueada o pellizcada o a una vejiga con exceso de trabajo, que intenta continuamente pasar la orina a través de la obstrucción. (6)
Estos síntomas pueden incluir
- Necesidad urgente de orinar
- Chorro de orina débil o interrumpido
- Dificultad para iniciar la micción y necesidad de empujar o esforzarse para orinar
- Dolor después de la eyaculación o durante la micción
- Goteo después de orinar
- Orina de color u olor extraños
- Sensación de que la vejiga está llena, incluso justo después de orinar
- Incontinencia urinaria
A los 55 años, el 25 por ciento de los hombres experimentan síntomas relacionados con la HBP. A los 80 años, hasta el 30 por ciento de los hombres presentan síntomas lo suficientemente graves como para requerir tratamiento.
Recomendaciones para prevenir o aliviar el HBP
Hay algunas cosas que puedes cambiar en tu estilo de vida para reducir las posibilidades de padecer esta enfermedad.
- Reducir la ingesta de líquidos, especialmente antes de salir de casa o de dormir
- Evitar la cafeína, el alcohol y ciertos medicamentos (descongestionantes, antihistamínicos, antidepresivos y diuréticos) que pueden hacerle orinar más
- Entrenar la vejiga para que la orina fluya durante más tiempo
- Ejercitar los músculos del suelo pélvico
- Prevenir o tratar el estreñimiento